Aunque no estemos juntos, estarán los recuerdos...

jueves, 11 de abril de 2013


Una noche en la tina


Habían pasado la noche juntos. Disfrutaron de sus abrazos, besos, caricias, pero sobretodo de una dosis de amor. A la mañana siguiente Lucero se levantó temprano, muy raro en ella, y tomó un baño en la tina. Manuel recién abría los ojos, e intentaba buscar a su "lindis" junto a él. Se dio cuenta que no estaba, se extrañó y frunció el seño, pero como adivinando el lugar donde ella estaba, sonrió pícaro.

Con pasos sigilosos se dirigió al baño. Lucero susurraba su canción, "eres todo". Manuel con ternura abrió la puerta y la vio envuelta de espuma. Esa imagen lo hizo erizarse. --Buenos días  mi lindis-- le dijo con tono suave. --que rico es dormir a tu lado, mi amor-- contestó ella.

Manuel, se quitó la pijama, bueno el pantalón que andaba, porque la camisa quedó rasgada después de los acontecimientos de anoche, se metió a la tina, ella con desgarro, lo atrajo hacia si y comenzó acariciarle sus tonificadas piernas. Él con profundo cariño media centímetro a centímetro cada parte del cuerpo de la adorada.

Ahí empezaron una vez más.  Besos, gemidos, caricias, chupetes, mordidas, en fin...todo lo que en una escena de amor suele suceder.

El agua y la espuma cubrían sus movimientos, Por debajo del agua se Lucero aprovechaba para tocar, la "hombría" de su amado, eso obviamente, parecía excitar más a Manuel, quien respondía con una mirada de excitación.

El agua se calentó en cuestión de segundos, y la espuma se fue disipando poco a poco. La tina fue testigo de aquellos desenfrenados besos y posiciones eróticas, de aquellos enamorados apasionados, que lo único que hacían, era desgarrar sus cuerpos en cada encuentro.

Él se levantó de la tina, para cargar a su amada. La dirigió al baño, es decir a la regadera, para terminarse de bañar. El agua de la regadera estaba fría, claro ellos empapados en sudor, no sentían la temperatura. 

Al estilo titanic, Lucero dejó su huella en el vidrio de la regadera. mientras ella extasiada, intentaba tomar aire, él la besaba apasionadamente. Empezó por sus cabellos, bajaba poco a poco, hasta que llegó a la parte baja de su ombligo donde se detuvo por muchos minutos, mientras Lucero solo acariciaba su cabeza y sonreía placenteramente.

Llevaban aproximadamente 2 horas en el baño, y aun no terminaban de hacer lo que se supone que harían ...bañarse.  

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