Aunque no estemos juntos, estarán los recuerdos...

domingo, 9 de junio de 2013



Perdóname








Era el cumpleaños de un amigo en común entre Lu y Manuel, como desde que se separaron les preguntaban quien iría cada año, porque no les gustaba encontrarse, para su gran sorpresa ese año los dos le dijeron que irían y que nos les molestaba verse. 


Jorge se imagino que eran porque ya habían dejado de lado sus diferencia y se comunicaban mejor como amigos, ni le ocurrió que estos dos tórtolos no abandonaron su pasión y que noche a noche esfumaban los 20 pasos de distancia para amarse sin temores. 


Lu llego con su hermano a la fiesta, luego de saludar a todo mundo, descubriendo que Manuel aun no llegaba se fue con sus amigas, mientras Toño ya con copa en mano se juntaba con un grupo de hombres apartados que hablaban de fútbol. 


Distendía Lu con aire jovial conversaba de su nuevo disco, de sus hijos, con carcajadas de por medio pero con un ojo siempre pendiente de la entrada esperando que llegue su hombre, el que de vez en vez checaba su celular por si algún mensaje fuera de lo normal llegaba.


En medio de la charla ve entrar a Manuel, con un jean ajustado al cuerpo, camisa a rayas con los primeros botones desprendidos y sus rulos un poco mojados. El corazón le comenzó a latir mas fuerte, su voz se corto, algo entre adrenalina y deseo se le metió en el cuerpo, desbordandola por sentir a su amado cerca y verlo tan sexy.


El con un abrazo saludo a su amigo y una felicitación con gran euforia, luego de saludar a todos los amigos lentamente se dirigió a esa ronda de mujeres donde estaba Lu. Con un beso en la mejilla mas lago que al resto le dijo un simple hola. Ella algo aturdida cuando le quiso responder cayo en cuenta que ya no estaba, giro la cabeza y estaba sentando en el sillón con copa en mano y rodeados de su amigos de toda la vida.


Lu seguía con la mirada perdida en el horizonte, sus amigas la volvieron a la realidad pregutandole si estaba bien, ella pronuncio un si casi inaudible y se levanto al baño. A pesar de que Manuel había presentado indiferencia con su presencia percibió que ella ya no estaba en la sala, disculpándose de sus amigos salio a buscarla.


La casa era grande y como la conocían de siempre, Lu prefirió ir al baño que estaba junto a las habitación, algo mas alejado del baño de la sala, porque sus monólogos frente a la espejo consultando sus dudas sin sentido sobre su estado con Manuel no quería que nadie lo escuchara.


Manuel fue al baño mas cercano y se sintió un ocupado de adentro, pero enseguida noto que esa voz no era de Lu, con paso acelerado se interno para llegar al otro baño, Lu sintió los pasos y no se movió para que no la descubrieran, pero con un falso movimiento la jabonera llego al piso, Manuel le golpeo la puerta y le dijo: Amor abrime ya se que estas adentro


Lentamente la puerta se abrió, Lu no estaba ni enoja ni feliz solo confundida y el lo notaba, que pasa? Amor dijo cerrando la puerta tras de si y tomando la cara de ella por las mejillas. -Nada- le respondió. -como que nada? Te conozco muy bien y se que algo sientes. - estoy confundida ya! Listo, no te diste cuenta que me dolió tu indiferencia cuando llegaste. -Amor perdóname pero no pensé que quisieras que te bese como hago todas las noches frente a tus amigas y que todos se enteren de que sigo amando como el primer día que me robaste un beso


Ella no supo que responder eso le había robado el corazón, el se sentó en el inodoro con la tapa abajo y arrastro a ella con el, la sentó con la piernas abiertas mirándolo a el sobre sus piernas. Mientras le decia -ya tranquila! Como vas a pensar que te olvide de la noche a la mañana, eres el ser que mas amo en toda esta vida y todas las que vendrán- con sus suaves manos le corrió el pelo del rostro para besarla lentamente, sus manos bajaron con dedos enredados en el cabello, por toda la espalda hasta llegar a su potito ahí la agarro y la pego mas a el, la beso nuevamente con osadía buscando penetrar su lengua en la boca de ella, pero ella se estaba haciendo desear o quería jugar un poco


Pero a pesar de eso, no se pudo resistir y poco a poco fue entregándose a esos besos, las manos de ella se enredaban en los rulos mojados de Manuel, se detuvo cuando siento la erección de Manuel debajo de ella, quiso levantarse pero el con sus brazos la rodeo y no la dejo escapar. -Manuel, no esto esta mal, todos deben saber que estamos acá.- -Amor que importa si nos escuchan, que mejor manera que se enteren que nos amamos (beso) con (otro beso) locura (y otro beso)- No ya vamonos le dijo pero le fue imposible a esa princisa escapar esa noche su príncipe estaba mas terco que una mula. Se olvido del mundo por un segundo, por la razon por su amor loco por ese hombre y se dejo llevar.


Besándose apasionados estaban, el manoseandole el trasero con sus manos traviesas y ella con delicadeza le quitaba la camisa, luego el lo hizo y también le quito el brassier para poder amasar sus pechos de los cuales se sentía completamente dueño, ella ya existada con los pezones endurecido tiro la cabeza hacia atrás cuando Manuel con la punta de la lengua lamió su pezón formando un circulo alrededor.


Con su manos le subió la pollera hasta la cintura y luego desprendió su pantalón bajándose un poco el boxer, su miembro erecto quedo al descubierto, con suavidad levanto a Lu y la penetro, la humedad de ella lo recibió perfecto, sus cuerpos se compenetraron y a su ritmo, el cuerpo de ella subía y bajaba por el miembro de Manuel, el la ayudaba con sus brazos, algo incómodos y desenfrenados Manuel le susurro a Lu que rodeara sus piernas al torso de el, la levanto y rastrando todo al suelo la sentó sobre el lavado, en esa posición el era el jefe y la haría llegar a las galaxias.


Las envestidas cobraron intensidad, sus gemidos que primero ahogaban en su garganta ahora los soltaban, se olvidaron del que dirán, y cuando llegaron al climax. Su orgasmo se sintió por toda la casa, pero en la sala se esfumo al perderse con la música, aunque todas se imaginaban nadie se atrevía a decir que hacían esos dos desde hace rato. El espejo empañado los dos exhaustos por esos asaltos de pasión que ninguno desde que regresaron supo controlar, con besos de a poco se fueron vistiendo, Lu acomodo su pelo que estaba todo alborotado, Manuel la ayudaba y salieron, su imagen no los delataba pero sus sonrisas ya no los dejo ocultar que su amor había vuelto y para no irse mas!

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