Aunque no estemos juntos, estarán los recuerdos...

lunes, 17 de junio de 2013

Mi amor siempre lo tendrás



Una tarde de primavera, cuando las hojas de los árboles empiezan a nacer, y el paisaje se torna agradable para ir de picnic o para ir de paseo con los niños por los verdes campos de México. Era una tarde perfecta. Lucero había quedado de salir con los niños, Lucerito y Manuel, pero a última hora ellos se fueron de paseo con su tío Toño. Se habia quedado sola en casa.

Leía, 50 sombras de Grey, en la terraza de su casa, en cada prosa y frase que recorría, pensaba en su amado Manuel. Estaba desbordada en su libro cuando un toque en la puerta la sacó de su sueño. Se secó el sudor de su rostro con las manos y abrió la puerta.---Tú? Qué haces aquí? No avisaste de tu venida! dijo sorprendida. Una voz muy masculina y grotesca respondíó --Perdón, de repente sentí ganas de verte, pero si te molesta me puedo ir-- Lucero se sintió apenada, pues no quería herir aquel extraño que había llegado.

Quieres algo de tomar? Le dijo Lu, una copa de vino, respondió el hombre. Ella se la sirvió y como de la nada, aquel hombre dijo --Brindo por tu maravillosa sonrisa-- Ella se sonrojó, pero no dijo "salud".

Se sentaron en la terraza, para platicar, el extraño dejaba salir de su boca puros halagos para la adorada, pero ella se mostraba impaciente, como si algo la molestara. De vez en cuando, en la amena conversación, aludía que estaba cansada, simples pretextos para que él se fuera y la dejara sola. 

El reloj de la sala marcaba las 7pm, y el hombre de la voz masculina y grotesca dijo de improvisto--Hoy quiero dormir contigo, hace tiempo que no lo hago, y tomando en cuenta que los niños no están, pues....--pero Lucero habló apresuradamente--No, no creo que puedas hacerlo hoy--refutaba la voz temblorosa de Lucero.

Al parecer el extraño aquel se enojó por la respuesta de ella, y decidió irse. Cuando Lucero lo despedía en la puerta el la tomó por sorpresa, y comenzó a besarla muy apasionado, tanto fue que la llevó hasta su dormitorio, donde ella sin mediar palabra, con el extraño, solo se dejó llevar por los besos y caricias desenfrenadas de aquel intruso. El momento del éxtasis llegó a su punto más alto, y mientras el misterioso pero apasionado hombre la penetraba, ella inclinó su cabeza hacia atrás y logró ver una fotografía sobre el buró de su cama. Aquel recuerdo era de la boda de ella y Manuel. Como reacción culpable, tumbó la foto, dejándola hacia abajo. 

El misterioso no dejaba de besarla y susurrarle al oído palabras dulces y desenfrenadas a la vez. Ella ya no estaba con todas las ganas del principio, se sentía intimidada por al fotografía y como de la nada, gritó y le dijo--Ya!! quítate que me haces daño-- aquél atónito, no podía creer que Lucerito, lo dejara así...

Bajó de la cama y se estaba vistiendo, cuando de repente escuchó que alguien cantaba por la ventana, ella se sorprendió muchísimo, no podía creer lo que escuchaba. El misterioso le dijo--a quién le habrán traído serentara?-- Ella sabía que esa voz la conocía y se le hacia familiar, pero se limitó a responder, y se apresuró a vestirse, para asomarse por la ventana.

entre abrió la cortina de la ventana que daba a la calle de su casa, y logró ver que aquél que cantaba era su amado Mijares. El flamante cantante no dejaba de verla, pero al ver que ella no bajaba a recibirlo, sospechó que algo pasaba. Iba a empezar a cantarle "4 veces amor" cuando vio que detrás de Lucerito, se posaba una figura masculina, que él reconocía a la perfección. 

Lucero no pudo detener al misterioso hombre de barba y cabeza rapada. Manuel dijo a los charros--Alto!, Ahora ya no será esa la canción, le dejaremos ir a ella, "Sé que piensas en mi"-- 

Cada palabra de aquella canción, destrozaba el corazón de Lucero, y Mijares mientras cantaba dejaba salir una lágrima por su rostro.

conozco todas tus posturas
 en ocasiones oportunas
 y cuando le haces el amor
 volteas mi foto de tu velador....



Cuando la canción llegó a esta parte, Lucero recordó el momento en que Michaell, la penetraba y los ojos acusadores de Manuel, en la fotografía. 

Antes de irse, Manuel le gritó desde abajo --Pensé que me amabas, pero ahora veo que viví en una mentira toda la vida, maldita asesina de mi corazón--. Aquellas palabras calaron el corazón de Lucero, quien no paraba de llorar, pero Michaell la consolaba, diciendole --No entiendo porque lloras por ese miserable que no vale nada, él solo quiere que tú andes detrás de él--.

Pero Lucero no estaba para escuchar reproches en ese momento y le grito muy fuerte --Cállate y lárgate de mi vida, eres el culpable de que Manuel se haya ido de esa manera, es más no sé ni porque me acosté con vos, porque al único que amo es a Manuel Mijares, grabatelo en la mente--.

No lo dejó hablar y lo corrió de su casa. Lucero quedó desecha, lloraba sin poder parar, se sentía sucia y culpable. Mijares por su parte se fue a su casa y tomó mucho hasta quedar totalmente embriagado.

Lucero, no había dormido en toda la noche, los ojos los traía inflamados de tanto llorar, mientras tanto Manuel, ya había salido a caminar, pues trataba de olvidar que su amada Lucero, lo había traicionado con el que decía ser su amigo!!!

To Be Continue... 


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